Buscan que los salve el Tío Sam.

Una información desde Estados Unidos indica que no llegarán fondos frescos si no comienza una corrección del tipo de cambio oficial, más intensa.

Desde el miércoles, el BCRA acentuó la devaluación diaria proyectada en el mes que es del 9,50%.

El planteo es el siguiente: no podemos aportar dólares, para ser vendidos a poco más de 200.- pesos, cuando para que se liquiden exportaciones se pagan 300.- pesos. Es una anomalía, señalan, que no podemos ignorar.

Mientras tanto cada uno vive en su metro cuadrado de la vida.

La vocera presidencial miro dos avenidas, un teatro, un restaurante y señaló que todo está bien en Argentina.

El presidente, desde una cocina en un departamento del barrio de Caballito, dijo que le gustaría que hicieran una película con su vida y el actor principal fuese Robert De Niro.

Hay muchas formas para establecer lo que pasa en el país. A veces no hace falta el Indec, con las imágenes sobran para notar el enorme vacío político. No entienden nada.

Mientras esto sucedía la credibilidad de los políticos se evaporaba, se perdió el control monetario, había riesgo de hiperinflación.

No se podía mostrar un mayor contraste.

Carlos Melconian explicaba que se complicó el Plan Llegar, que se adelantó 2 a 3 meses. Añadió, se está devaluando y la sequía complicó todo.

Comentó que Alberto renunció a ser candidato, pero parece que renunció a gobernar.

Hay algo claro, que este año económicamente esté perdido. Será un calvario hasta octubre.

El economista ve tres escenarios: uno, la hiper; dos, un Rodrigazo y tres, el más benéfico: una especie de Plan Primavera que empezó a perder aire.

Con muy alta inflación, lijaran el gasto. Entre otros los ingresos de los jubilados y pensionados y los subsidios.

El gobierno está perdiendo capacidad de reacción y tiene menos margen de maniobra. Viene de un primer trimestre donde todas las expectativas se desaceleraron y se agravaron.

Se sabía que este trimestre iba a ser muy complejo por el faltante de 15.000.- a 20.000.- millones de dólares con relación al año pasado.

La clave: las expectativas están quebradas y alteradas en un contexto de alta inflación.

A la suba de los dólares le pueden seguir la remarcación de precios.

Lo único que busca Sergio Massa es encontrar dólares frescos en algún lado para ponerlos en la mesa y enfrentar al mercado.

Nunca, ni Hernán Lacunza ni Alfredo Prat- Gay pidieron al FMI que no entreguen en forma anticipada los 10.000.- millones de dólares que pide el gobierno. Solo preguntaron que si llegan esos dólares el Central ¿los va vender a 200.- pesos, mientras el Contado con Liqui está arriba de 400.- pesos?

Cuando le preguntaron a Massa sobre este tema respondió: “Ellos hablan con los mozos del restaurante, yo hablo con el dueño”.

Mientras tanto llegan desde Wall Street informes de bancos y fondos de inversión del exterior que apuntan a la debilidad fiscal del gobierno para atender los vencimientos hasta fin de año sino recurren a la emisión lisa y llana de pesos.

El sector exportador es el que tiene que traer dólares. Señalan que la brecha cambiaria ha desmotivado la venta de soja por parte de los productores. “La han llevado a cero”. Hay retraso de la cosecha y el paro de transportistas, que se levantó, paralizó a los pocos que querían vender.

Cuando la brecha cambiaria es superior al 100% se paralizan las ventas.

El último análisis de bancos extranjeros apunta para este año una inflación del 135 %; una devaluación del 8 % mensual. No descartan una inflación mensual de dos dígitos.

¿Qué hace el sector productivo?

Los proveedores, fabricantes, vendedores ¿Cómo se defienden?

Cumplen solo con los pedidos comprometidos anteriormente, pero rechazan tomar nuevos. Nadie sabe cuál será el precio de reposición.

“Si no acopiaste mercadería, estás perdido”, te dicen.

Estamos en un campo minado.

Un 70 % sabe lo que no quiere. Pero ¿sabe lo que quiere?