El cinismo de la CGT.

La CGT despertó después de un largo sueño de cuatro años.

En ese lapso, la pobreza creció al 45 %; la inflación llega al 160 % anual; los salarios se pulverizaron.

Cifras oficiales muestran en cuatro años una caída del 17 % de los que están registrados y 43 % de los no registrados. Los jubilados y pensionados corrieron todo el tiempo detrás de la inflación.

Faltan insumos. No hay chapa para los automóviles ni plástico para la sube.

Ahora, los dirigentes de la CGT señalan: “Esto que viene no puede permitirse, saldremos a la calle y habrá huelgas”.

Más cínicos no se consiguen.