Todo es confusión.

Sergio Massa escuchó esta pregunta: “Este gobierno es un desastre”?

¿Qué contestó?

Si, pero yo no soy presidente, soy ministro de economía. Increíble pero real.

Alberto, hoy jueves, estallaba de furia. El diputado Valdez, su amigo, no podía contenerlo,

El ministro se dio cuenta que le preparaban una trampa. Pregonaban su renuncia desde los hombres de confianza del presidente. El objetivo era sepultarlo definitivamente y mostrarlo como alguien que escapa del barco que se hunde.

Hoy, la confianza del gobierno es cero.

Normalmente, después de una devaluación, los precios de la economía se acomodan hacia arriba durante los primeros seis meses.

Esta vez los precios subieron en 48 horas. No hay planes, ni ideas, solo parches.

No hay margen para las magias.